Mientras que cierto que el tomar de biberón mientras se está acostado aumenta el riesgo de infecciones de oído, los bebés amamantados, al alimentarse en una posición más erguida, tienen menos riesgo de experimentar un retroceso de la leche a través de la trompa de Eustaquio hasta el oído medio, haciendo que tengan menos incidencia de infecciones de oído.
Esto se debe a que al tomar biberón de fórmula acostado, el líquido puede ingresar a la trompa de Eustaquio e introducir bacterias o virus en el oído medio, causando infección. Sin imbargo, las propiedades inmunológicas que contiene la leche humana evitan que las bacterias infecten en el oído medio. Los bebés amamantados tienen menos resfriados, y menos alergias respiratorias, lo que también causan la acumulación de líquido en el oído medio, que prepara el escenario para el crecimiento de bacterias e infecciones de oídos.
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