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Cómo ayuda la lactancia a los bebés con reflujo gastroesofágico

Si bien todos los bebés regurgitan un poco, algunos regurgitan cantidades excesivas de leche debido a una afección llamada reflujo gastroesofágico (RGE). Normalmente, la banda circular de músculo donde el esófago se une al estómago actúa como una válvula unidireccional, evitando que la leche, los alimentos y los ácidos del estómago regresen al esófago cuando el estómago se contrae. Cuando no hace su trabajo y estos ácidos ingresan al esófago, el resultado es una irritación que los adultos llamarían "acidez estomacal".


En algunos bebés, este músculo tarda de seis meses a un año en madurar lo suficiente como para prevenir esta regurgitación o reflujo. El reflujo ocurre con menos frecuencia en los bebés amamantados, porque la leche humana se digiere dos veces más rápido, y porque los bebés amamantados tienden a comer cantidades más apropiadas de leche. Es menos probable que el bebé lactado regurgite que el bebé que se alimenta con fórmula, debido a que la digestión de fórmula es más lenta.


La leche humana es más fácil de digerir, ya que la caseína (la proteína predominante en la leche humana), es fácil de digerir y amigable con el intestino del bebé (a diferencia de la caseína de la fórmula, que al ser más gomosa, es más difícil de digerir). La lactancia ayuda a los pequeños estómagos, ya que la leche humana se digiere más rápidamente lo cual ayuda con el reflujo.


A la mayoría de los criadores y cuidadores se les dice que una vez que su bebé comience a comer alimentos complementarios (sólidos), el reflujo mejorará. Esto es cierto para la mayoría de los infantes con reflujo leve, porque el tracto gastrointestinal del bebé ha tenido tiempo de madurar y los sólidos ayudan a hacer más pesado el contenido del estómago, lo que ayuda a prevenir los buches. Desafortunadamente, hay algunos infantes sensibles, cuyo reflujo en realidad empeora cuando comienzan con la alimentación complementaria. No hay respuestas claras, pero hay algunos consejos y trucos para que sea un poco más fácil determinar qué funciona para su pequeño con reflujo.


Lo primero que debe determinar es cuándo comenzar a comer sólidos. La mayoría de los pediatras hablarán sobre esto con usted en su visita de control del infante sano. Si el bebé o la familia tienen antecedentes de alergia, asma, eczema o tiene antecedentes, el pediatra puede ofrecer sugerencias adicionales a estos consejos básicos.


Hace tiempo que se reconoce que el rango de edad para comenzar la alimentación complementaria a los 6 meses; sin embargo, estudios señalan que el 40 por ciento de los criadores y cuidadores comienzan a introducir alimentos complementarios antes de los 6 meses de edad. Cuando se tiene un bebé con reflujo, es importante esperar al menos hasta los 6 meses, ya que así el organismo del bebé tendrá tiempo de madurar y manejar las nuevas comidas con menos molestias. El inicio de los alimentos complementarios demasiado pronto también se asocia con la obesidad, la diabetes, el eczema y la celiaquía.


Una vez que el infante alcance la edad de 6 meses, tampoco significa necesariamente que esté listo para los alimentos complementarios (sólidos). Para comenzar la alimentación complementaria, el bebé deber poder manipular los alimentos desde la lengua hasta la boca, debe poder sentarse por sí solo, debe tener el doble de su peso al nacer y probablemente muestre señales de hambre o de interés.


A algunos criadores o cuidadores les gusta introducir jugo a la dieta del bebé cuando comienzan la alimentación complementaria. Si tiene un bebé con reflujo, el azúcar agregado y la acidez de muchos jugos a menudo pueden hacer más daño que bien. No hay ninguna razón nutricional para que los infantes necesiten jugo si se alimentan con frutas y verduras (la Academia Estadounidense de Pediatría no recomienda la introducción de jugos antes del primer año de vida).


Otros desencadenantes conocidos del reflujo ácido que se deben evitar en infantes con reflujo son: las frutas cítricas (y los jugos), el tomate y los productos a base de tomate, los alimentos picantes, la cebolla, el ajo y los alimentos con alto contenido de grasa también pueden ser desencadenantes en los infantes con reflujo. Se sugiere probar estos alimentos solo una vez que el reflujo esté bajo control, y uno a la vez para determinar si es un desencadenante para el infante.


¡Seguir estos simples consejos puede ayudar a la alimentación complementaria del bebé de la manera más saludable para el infante con reflujo ácido!


Si se tiene alguna pregunta sobre la preparación del bebé para comenzar a comer alimentos complementarios (sólidos), si se atraganta cada vez que se intenta o si se observa signos de una reacción alérgica, se debe interrumpir la alimentación con alimentos complementarios hasta que el pediatra pueda evaluar la situación.



Referencias:


Harrison, L., Padhani, Z., Salam, R., Oh, C., Rahim, K., Maqsood, M., Ali, A., Charbonneau, K., Keats, E. C., Lassi, Z. S., Imdad, A., Owais, A., Das, J., & Bhutta, Z. A. (2023). Dietary Strategies for Complementary Feeding between 6 and 24 Months of Age: The Evidence. Nutrients, 15(13), 3041. https://doi.org/10.3390/nu15133041



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