Los analgésicos narcóticos (como Demerol, morfina, Nubain, Stadol y Fentanyl) reducen el dolor durante el parto al bloquear los receptores del dolor en el cerebro. Los narcóticos afectan a diferentes personas de manera diferente. No solo el grado de alivio del dolor que proporcionan los narcóticos varía de una parturienta a otra; también los efectos mentales y emocionales.
Algunas parturientas sienten mucho alivio dentro de los 20 minutos posteriores a la inyección de narcóticos, mientras otras solo un ligero alivio.Otras informan poco alivio del dolor, alegando que la mente nublada era peor que el dolor de parto; comprometiendo su capacidad para tomar decisiones que beneficiaran el progreso de su trabajo de parto.
Si la mente de una parturienta está demasiado confusa para participar en el manejo de su trabajo de parto, con movimientos y cambios de posición, su trabajo de parto puede prolongarse, al igual que su dolor. Los narcóticos también pueden hacer que se sienta muy somnolienta, tanto que duerme entre las contracciones y se despierta solo cuando cada una alcanza su punto máximo; incapaz de concentrarse y mantenerse al tanto de las contracciones.
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