Cuando la lactancia no funciona como esperábamos

En Puerto Rico el porcentaje de iniciación de lactancia es de un 93.6%.  Esto nos dice que la mayoría de las familias quieren y eligen dar el pecho a sus crías.  Sin embargo, a pesar del deseo de lactar a sus bebés, las tasas de lactancia van disminuyendo drásticamente mientras van pasando las semanas luego del nacimiento.  Menos de ½ parte de los bebés siguen siendo amamantados exclusivamente a los 5 meses; y menos de la mitad siguen lactando (o recibiendo leche humana) para los 6 meses de vida.  Para muchas personas, cuando la lactancia no funciona (por el motivo que sea) u ocurre un destete prematuro, esto puede ser un momento estresante y emotivo; para algunas, puede hasta llevarle tiempo el encontrar y sentirse en un buen lugar como nueva madre o criador.

Como criadores, debenos tomar las decisiones que se sientan correctas para ti y tu bebé. Pero cuando las opciones de alimentación resultan ser muy diferentes de lo que habíamos anticipado, es entonces cuando la culpa, la frustración, la decepción e incluso la envidia por los demás comienzan a establecerse. Sí, la lactancia es la forma más natural de alimentar a su bebé, pero a veces, para algunas personas, su experiencia de lactancia es un desafío seguido de otro.

Ya sea que sea físicamente incapaz de hacer suficiente leche para su bebé o que su bebé tenga dificultades significativas para engancharse, sentirse incapaz de satisfacer a su bebé con cada lactancia es un desafío desmoralizante; y puede requerir su decisión de complementar con fórmula. Esto no te hace un fracaso. Te convierte en una madre o criador lo suficientemente valiente como para hacer algunas decisiones difíciles cuando realmente no querías.

Entre los consejos que ayudan cuando la lactancia no ha funcionado como esperaba:

NO has fallado como madre o criador—el que la lactancia no haya funcionado como hubiéramos querido, o el no haber estado satisfecha con su lactancia no significa que haya fallado como madre o criador.  Al contrario, es la sociedad quienes muchas veces le fallan a las familias con barreras hacia la lactancia, falta de conocimiento de los profesionales de la salud en cuanto a la lactancia, la falta de apoyo en los lugares de estudios y trabajo, entre otras.  Todavía hay mucho que hacer para ayudar a más familias alcanzar sus metas de lactancia.

Hay apoyo—Organizaciones como Alimentación Segura Infantil (ASI), y Lacted, están ahí para ayudarle y brindarle apoyo incondicional, independientemente de cómo alimente al bebé.  El llamar a la línea tibia o ir a las clínicas o grupos de apoyo pueden ayudarle a superar sus sentimientos, y sentirse mejor. 

Se puede cambiar de opinión—Algunas personas se deciden en comenzar a lactar nuevamente, y esto es posible.  El proceso de relactancia (volver a lactar) es posible.  Mientras menos tiempo haya pasado desde que se dejó de dar el pecho, más fácil será el proceso de relactancia. 

Hay alternativas—Si el bebé tiene menos de 12 meses, se puede usar leche de un banco de leche humana, leche donada, fórmula infantil, o una combinación de estas. 

Duelo de lactancia—Nuestro cuerpo se prepara para la lactancia durante la gestación.  Es por esto por lo que cuando la lactancia no funciona podemos sentir pena.  Hablar sobre sus sentimientos con una consultora de lactancia IBCLC, u otro especialista de lactancia, es de gran ayuda para superar las emociones que se sienten. 

Definir su experiencia—Puede ser útil definir la experiencia de no haber podido lograr dar el pecho como una oportunidad de aprendizaje.

Contacto piel con piel—El tiempo piel con piel con tu bebé es la forma número uno de vincularse y sanar. Cuando la lactancia se siente abrumadora, dolorosa o simplemente frustrante, mantener a su bebé cerca de usted sin la presión de amamantar ayuda a reducir sus hormonas de estrés y le ayuda a disfrutar del contacto de su bebé. Llevar a su bebé en un portabebés es una excelente manera de contacto con el bebé, y es realmente relajante tanto para mamá como para papá y bebé.

La culpa es algo real. Es fuerte y puede doler durante mucho tiempo. La frustración inicial y la decepción pueden convertirse rápidamente en culpa y sentimientos de insuficiencia. Las necesidades de su bebé son simples: ser alimentado, amado y nutrido. Siempre harás lo mejor que puedas para proporcionar esto a tu bebé.

La elección de continuar o no amamantando puede o no estar bajo su control, físico o mental. Su salud mental es vital para el desarrollo y el bienestar continuos de su bebé. Hay pocas cosas más perjudiciales para su estado mental que una experiencia traumática de lactancia materna. A veces, tomar un descanso de la presión y las dificultades de tus desafíos puede ayudarte a reavivar tu vínculo con tu bebé.

Por último, si  le es difícil afrontar la situación de no lograr una lactancia exitosa, no dude en buscar ayuda.  Existen profesionales excelente que brindan asesoramiento a madres y criadores que experimentan ansiedad o depresión.  Su médico o partera también pueden referirla a un buen recurso. 

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Recurso: Carmen Cabrer IBCLC, IYCFS, CLAAS

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Referencia:

Diaz, L. E., Yee, L. M., & Feinglass, J. (2023). Rates of breastfeeding initiation and duration in the United States: data insights from the 2016-2019 Pregnancy Risk Assessment Monitoring System. Frontiers in public health, 11, 1256432. https://doi.org/10.3389/fpubh.2023.1256432

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